Sismo en México y Reacciones Emocionales
Psic. Jorge Montoya Avecías
Marzo 22, 2012
El pasado martes 20 de Marzo a las
12 horas con 2 minutos y 48 segundos
ocurrió un sismo de 7.4 grados en la escala de Ritcher (Centro de
Información en Terremotos en Golden, Colorado)
o 7.8 reportado por SEGOB-, “tuvo al menos 19 réplicas durante el
transcurso de la tarde-noche –la más fuerte de 5.3 grados–, dejó en el Distrito
Federal un saldo de dos lesionados, al menos una centena de edificios con
cuarteaduras, un puente peatonal caído y otro vehicular en el que se levantó el
concreto, escenas de histeria, apagones, fugas de agua y millones de personas
evacuadas de edificios públicos y privados, informaron las secretarías de
Protección Civil y de Seguridad Pública”(1).
Este sismo fue singular y como pocos
en la historia de nuestro país se presentó en un horario de actividad plena laboral y
escolarmente hablando, puso en alertamiento los sistemas gubernamentales de
protección civil, las ONG y las organizaciones comunitarias y a las personas.
El punto es que un fenómeno como
el pasado sismo se constituye como una amenaza en la medida en que descubrimos
lo vulnerables que somos, debido a que la mayor parte de la infraestructura
capitalina puede representar un riesgo verdadero –cables, postes, edificios,
puentes, ante un movimiento como el que
se sintió.
La experiencia vivida
Una persona cuando vive un
experiencia como la pasada, es normal que presente miedo ante el peligro
verdadero o imaginario ya sea de uno mismo o de sus familiares y afectos, ese miedo racional (2) puede desvanecerse en
la medida en que la persona comparta su experiencia vivida con sus cercanos,
tome medidas preventivas para mitigar una futura experiencia y dimensione la
experiencia en su justa medida, dependiendo de cómo haya vivido la situación.
Por ejemplo, los niños viven la
experiencia de manera distinta a los adultos y eso se ve en la mayoría de los
desastres, mientras que para el niño la experiencia del movimiento se vuelve
algo novedoso y de alto interés para su curiosidad, para los adultos no, para
éstos últimos representa un motivo de preocupación y temor. Algunos niños, que
presentaron conductas como llanto o reacciones de miedo posterior al sismo, al
realizar el dibujo expresivo infantil se supo que tales conductas las
adquirieron vicariamente al observar la
conducta de sus padres (Dibujo 1) o de
personas adultas –como maestras y otros padres de familia-, también hubo niños
que asociaron la experiencia con las
noticias alarmistas de los medios de comunicación en especial la televisión
(Dibujo 2). Tan sólo hay que recordar que en los atentados de Nueva York, las
cadenas televisivas mostraron los impactos de avión mas de 700 veces, lo que
generó un problema extra con el manejo de del imaginario de los niños y sus fantasías
de que seguían los atentados (3).
Los adultos y jóvenes
Los adultos mostraron conductas normales ante una situación anormal
aunque los medios se esforzaban por promocionar la siguiente situación “En las
aceras, varias personas tuvieron que se atendidas por crisis nerviosas, aunque
la escena que dominaba era la de cientos de capitalinos que intentaban hablar
con sus familiares sin éxito, debido a que se saturaron las redes de telefonía
celular” (4).
Hay que documentar que en el
DSMIV-R (5) no existe una clasificación para lo que coloquialmente se llama “crisis
nerviosas”, lo que existe es una Categoría denominada crisis de angustia (panic
attack), que pudiera caracterizar algunas conductas que las personas vieron, pero
en su mínima expresión. La que se describe como crisis de angustia se refiere a la aparición temporal y aislada de
miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes
síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los
primeros 10 min:
1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la
frecuencia cardíaca
2. Sudoración
3. Temblores o sacudidas
4. Sensación de ahogo o falta de aliento
5. Sensación de atragantarse
6. Opresión o malestar torácico
7. Náuseas o molestias abdominales
8. Inestabilidad, mareo o desmayo
9. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10. Miedo a perder el control o volverse loco
11. Miedo a morir
12. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
13. Escalofríos o sofocaciones
2. Sudoración
3. Temblores o sacudidas
4. Sensación de ahogo o falta de aliento
5. Sensación de atragantarse
6. Opresión o malestar torácico
7. Náuseas o molestias abdominales
8. Inestabilidad, mareo o desmayo
9. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10. Miedo a perder el control o volverse loco
11. Miedo a morir
12. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
13. Escalofríos o sofocaciones
La manera de trabajar con algunas de las
reacciones como las que se incluyen en estos criterios y que pudieran aparecer en las personas
después de un sismo como el de hace unos días, son básicamente el manejo de las
emociones, permitir su expresión dentro de un marco de seguridad para la
persona y las que le acompañan, asegurarse de brindarle acompañamiento humano y
calido y reactivar sus redes de apoyo psicosocial, donde se incluyen familiares
y asistentes sociales.
En caso de volverse a presentar un sismo mayor,
usar el teléfono pero hacerlo racionalmente con mensajes de texto sencillo que
agrupen una idea general, por ejemplo para avisar “No me pasó nada, estoy en el
trabajo y bien, voy en camino a la casa; los veo en el punto de reunión”, con
un simple texto que diga “Estoy Bien, voy en camino”, la familia sabrá el
contenido completo del texto y se dirigirá a la zona acordada y por tanto no
saturará las líneas telefónicas.
Los Niños
En el caso de los niños la estrategia se compone
de recursos universales como el dibujo expresivo infantil (dirigido al evento y
no libre), la elaboración de historias o cuentos, juegos, abrazoterapia,
actividades lúdicas de expresión corporal y actividades de prevención escolar
más allá del trillado y nefasto “no corro, no grito y no empujo”: por ejemplo
recomendar a los padres que hablen con los hijos sobre la situación –los
sismos-en un marco de aprendizaje y conocimiento técnico al nivel del niño;
disponer de medidas preventivas en caso de que se repita la experiencia, como
acordar las zonas de reunión familiar en caso de que se saturen las líneas
telefónicas.
Racionalice el uso de la televisión como fuente
oficial de la situación, recuerde que los periodista que no tienen ética, sólo
quieren “vender” su nota y pueden exagerar las noticias haciéndolas alarmistas
y con tintes de película de ficción. Mejor escuche radio en estaciones
especializadas en noticias que dan los informes con fuentes fidedignas.
Recuerde que en estos casos es común que surjan muchos rumores, principalmente
de aquellas personas que buscan reconocimiento social y sólo lo obtiene realizando rumores de la citación.
Algunas otras actividades que puede realizar para
aprovechar la oportunidad de aprendizaje son promover actividades interactivas
con los familiares, tales como el desarrollo del plan de emergencias o
actividades en el hogar, comenzando con actividades fáciles. También es
recomendable tomarse un fin de semana para ir a correr al aire libre, la experiencia
del sismo ancla emociones en las piernas –frustración- y al jugar se liberan. y
continuar con otros desempeños.
Colaborar con las escuelas para establecer su programa de
protección civil, donde los niños participen activamente, hábleles con conceptos
que ellos entiendan y puedan manipular.
Realizar ejercicios de evacuación y simulacros reales,
donde se involucren estímulos y obstáculos de aprendizaje, como heridos y
explosiones. Reconocer que la técnica “No corro, no grito no empujo” sólo ha
detenido el proceso de aprendizaje verdadero, los maestros y los alumnos lo
vieron de cerca y saben que en una situación real, lo mejor es ESTAR ALERTA y
participar activamente, si conducimos la capacitación a actividades en las que
el niño HAGA y no DEJE de HACER, su comportamiento se irá moldeando y
facilitará su autogestión ante un peligro.
Que el primer paso en caso de estar e la escuela sea
“Notificar a la maestra y salir a la zona de seguridad” y al estar en la casa
“Buscar a mamá y tomarle de la mano”, estás conductas vuelven a los niños entes
activos y no pasivos, no son robots que al momento del sismo saldrán
cantarruneando la letanía de “no corro, no grito, no empujo”
Invitar a expertos que tengan experiencia en situaciones
reales como bomberos, ingenieros, sismólogos, psicólogos y personal de la
Cruz Roja, se ha encontrado a nivel internacional que es más
efectivo cuando el instructor es amigable, agradable y es visto de forma
positiva (6).
No se reportaron cantidades de
lesionados, ni decesos; tampoco hubo daños materiales significativos, pero la
situación a nivel de emociones tuvo un
impacto verdadero, tanto para los que tenían la experiencia previa de los
sismos del 85, hasta para aquellos que no la tenían -todos los niveles
educativos desde preescolar hasta universidad-. A partir de ahora saben qué es
un sismo mayor, lo vulnerables y pequeños
que somos ante una manifestación
de la naturaleza, magnifica y poderosa, como una explosión volcánica, un
eclipse, una lluvia de estrellas y demás fenómenos que se presentan
esporádicamente en la vida de un ser humano y que nos significan en esta
cosmovisión de nuestra realidad.
En la media en que cada miembro de la familia
haga consciente lo sucedido y disponga de medidas de carácter preventivo,
seremos mejor ciudad y estaremos fortaleciendo nuestra comunidad al estar más
preparados emocional y materialmente.
(1) (4) Tania Sánchez, Bertha Teresa Ramírez, Rocío
González, Ángel Bolaños y Alejandro Cruz (2012). Fue el sismo más fuerte desde
1985; revisarán 2 mil edificios. La
Jornada, México, DF: Marzo 21 de 2012. Disponible en http://www.jornada.
unam.mx/ 2012/03/21/ politica/002n1pol?partner=rss
(2) Montoya, A. J. (2012). Manual del Taller Intervención
en Crisis para Incidentes Críticos. México. Disponible en http://prezi.com/0ibx6gpwvzhf/intervencion-en-crisis-para-incidentes-criticos/
(3) FEMA (2001). Federal Emergency Management Agency
Ofrece Consejos Sobre Cómo Hablar a Los Niños de Los Ataques
Terroristas. Disponible en http://www.fema.gov/spanish/news/newsrelease_spa.fema?id=7132
(5) American Psychiatric
Association ( 1994) DSM-IV-TR® Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders ONline. Disponible en http://dsm.psychiatryonline.org/book.aspx?bookid=22
(6) FEMA
(2001). Preparación de los niños y jóvenes en el 2012. Disponible en http:// http://blog.fema.gov/2012/01/preparacion-de-los-ninos-y-jovenes-en.html.
Recuperado el 23 de Marzo de 2012.
Dibujo (1). Niño de 7 años, segundo de primaria. México D.F.
Dibujo 2. Niño de 7 años Escuela Primaria Edo. De México.
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“Cómo hablar con los niños sobre el sismo pasado”,
dirigidas
a Padres de Familia, maestros y niños.
resiliencia.2011@yahoo.com.mx
Este texto se cita así:
Montoya-Avecías, J. (2012). Sismo
en México y Reacciones Emocionales. México: autor. Disponible en http://comunidadenresiliencia.blogspot.mx/2012/03/sismo-en-mexico-y-reacciones.html