Con una Excelente participación de la Universidad Nacional Pedagógica, se iniciaron las conferencias de difusión y divulgación rumbo al 8o. Congreso Resiliencia México 2012
Como parte de las Actividades de difusión y divulgación del 8o. Congreso Resiliencia México, se inician las Conferencias Gratuitas sobre el Concepto Resiliencia "Reconocer en la Adversidad el Trampolín del Crecimiento", en esta ocasión, se presenta el Lic. Montoya en la UNiversidad Pedagógica Nacional Campus Atizapán, el Lunes 16 de Abril a las 10:30 en el Auditorio del Plantel, entrada Libre. Contacto a resiliencia.2011@yahoo.com.mx.
En esta conferencia se compartirá sobre el Concepto de Resiliencia -que
viene de la metalurgia- se ha aplicado al campo de las ciencias sociales y la
psicología, como una propuesta alterna a los 30 años de investigación basada en
los déficits, más que en las
oportunidades. Es una nueva perspectiva social y psicológica de la vida actual.
Surge como necesidad de valorar los recursos, fortalezas y capacidades de las
personas, las familias y las comunidades en situaciones críticas -problemas,
situaciones de vida, adversidades-.
No se considera una teoría,
porque epistemológicamente es de carácter holístico, por ello se han presentado
diversos modelos de resiliencia, donde se plasman estrategias para PROMOCIONAR
los factores de protección en los demás. Los modelos, como el de la Casita de Vanistendael y
Lecomte[i], de la Rueda de Henderson y
Milstein[ii], el
del Escudo de la
Resiliencia de Montoya[iii], dan
cuenta de una estrategia puntual para favorecer el crecimiento de las personas
en situaciones de adversidad, como lo dice Kotliarenco[iv]
promocionar la resiliencia.
Existen una serie de definiciones
del concepto resiliencia, dependiendo de donde se ubique –país-, del tipo de
experiencia a la que se haga alusión -abandono, crisis, violencia, desastre, etc.-,
a los recursos que se estén considerando (fortalezas, espiritualidad,
creatividad, apego, ser positivo, etc.) y del sentido que se obtenga (trascendencia,
crecimiento, reconstrucción, etc.).
Por eso en México hemos definido
a la Resiliencia
como el *arte de vencer las adversidades con los pies en la madre tierra*,
porque está basada en nuestra idiosincrasia particular y cosmovisión del mundo.
El modelo del ESCUDO, que hemos utilizado, se basa en la mitología Azteca del
origen de nuestro imperio[v].
El
Modelo del Escudo de la
Resiliencia
México (del náhuatl, como
Méjico), fue la capital del imperio Azteca. Según cuentan los mitos aztecas,
una profecía de Huitzilopochtli anunció que en aquel lugar en donde el
pueblo Mexica encontrara un águila devorando una serpiente sobre un nopal, se
habría de construir un templo en honor de una importante deidad. Después de
mucho peregrinar, la visión se materializó en una zona lacustre en la planicie
central del México moderno, en el antiguo lago de Texcoco. Los aztecas mostraron un gran ingenio para
construir una ciudad en esas condiciones. La técnica más importante fue la de
desecar pequeños lotes de tierra (hoy en día llamados chinampas) dejando
canales libres para el flujo de productos y personas. El escudo de México es
representado por un águila real devorando a una serpiente sobre un nopal en el
centro de un lago[vi]. Representa la señal que
debería encontrar el pueblo de Aztlán en su migración hacia el sur para fundar
una nueva ciudad[vii].
Nuestra visión particular de la
resiliencia se justifica de la siguiente manera: El ÁGUILA representa las
FORTALEZAS internas que cada uno de nosotros tenemos como legado ancestral, de
líderes, de guías de nuestro destino y de los demás, como las águilas reales,
que nunca se rinden y hasta en su muerte buscan con dignidad su reposo. Estás
fortalezas se matizan con nuestro aprendizaje y respaldo social.
Todas las personas tienen fortalezas o factores protectores personales, además de los
familiares y sociales, a los primeros se hace alusión en el escudo. Aquellas
que la persona pone en marcha ante una situación difícil. No es un
comportamiento pasivo, sino intencional que le permite hacer frente a la
situación. Evidentemente, estas fortalezas
son parte de nuestra capacidad de adaptación, pero sobresalen como los árboles
emergentes, que se elevan por encima de la cúpula de los demás árboles en un
bosque de coníferas.
Como profesionales, resulta
fundamental reconocer estas fortalezas,
cuando se está frente a una persona que pide nuestro apoyo, y aún más,
devolvérselos; esto es, decirle cuales son las fortalezas que le vemos y que desde nuestra opinión son claves de
su recuperación.
No existe una educación formal de
las fortalezas, pero si un
aprendizaje vicario en la familia y en la sociedad, que nos permite
enriquecerlas, de ahí que las estrategias de promoción de la resiliencia
funcionen cuando se trabaja en colectividades.
Cuando una persona se da cuenta
de su capacidad frente a la adversidad, reconoce su fortaleza y puede emplearla no solo en situaciones complicadas,
sino en todo su andar por la vida.
La SERPIENTE simboliza los
RIESGOS a los que nos enfrentamos día con día y de manera particular las
situaciones críticas como la violencia, el maltrato, el abandono, las adicciones,
desastres, entre otros.
Los riesgos personales, son los que nos definen
como seres humanos, aquellos factores de riesgo que se cruzan en nuestro camino
y que nos ponen en alerta, que activan nuestro legado emocional ante el peligro
y la amenaza. La respuesta humana ante el peligro es huir y ponerse a
salvo, ante una situación de peligro
personal, muchas veces es imposible escapar, excepto recurrir al acto suicida;
así que, normalmente las personas tienen que hacer frente a esos riesgos, a
veces con sus propios recursos, otras con el apoyo de los demás.
También existen riesgos
familiares, por excelencia, el núcleo de origen genera una serie de conflictos
que tiene que ver con el proceso de crecimiento y maduración de la familia. En
cada familia hay una historia de desgaste emocional de alguno de los miembros,
en el cual recae toda la energía negativa y por el cual los demás sobreviven. Los riesgos familiares nos
enseñan a crecer como familia y fundan los
principios de los valores y las costumbres al interior de la casa.
Otro tipo de riesgo es el social
o colectivo, cuando en la comunidad se presentan riesgos que ponen en peligro
la integridad, existen diferentes grados de implicación, cuando la persona
enfrenta directamente y cuando es testigo de ese riesgo. Para hacer frente se
necesita de la organización social y de cierta disposición a transformar las
estructuras sociales. Se dice que el tejido socia actual está resquebrajado, ya
no hay el sustento comunitario que fomente buenos tratos, pero la experiencia
nos dicta, que no es así, en nuestro contexto nacional está la presencia de
autoestima colectiva y la confianza en un mundo mejor. Hacer frente a los
riesgos sociales como comunidad nos da esa esperanza. Una comunidad que
enfrenta una adversidad crece y se hace más fuerte.
Regresando a los elementos del
Escudo, se observa que el águila tiene una GARRA tomando a la serpiente y la
mira directamente lo cual representa, primero, las HABILIDADES para hacer
frente al riesgo, “tomar en nuestras manos nuestro propio destino”, no evadir
la responsabilidad ni postergar, sino encarar las dificultades. Mientras que la
otra garra, se posa en el nopal, simboliza el reconocimiento del DOLOR –el
dolor de las espinas, las púas del nopal- en tanto humanos que sentimos
la incomodidad, la pena, el dolor físico y psicológico. Es decirle al mundo que
no se trata de ver exclusivamente lo positivo, sino de reconocer que crecer es
difícil, duro y doloroso, en su sana medida, de ahí que se aprecien en el
escudo, algunos frutos del nopal, las
tunas.
En sentido figurado es hacer la doble tarea frente al riesgo, por un
lado poner en juego nuestras capacidades, habilidades y destreza y por otro
asumir el hecho de que todo en la vida tiene un costo, un dolor, una pena. Esa
es la esencia de la resiliencia, cuando encaramos la situación, sin darle
vuelta, sin evadirla, sabedores de que será un proceso duro, difícil y que
llevará tiempo. Hay una frase que he usado en esta situación que dice que si las cosas no están bien ahora mismo,
es porque seguramente no es el final, porque al final las cosas serán mejores.
A esto le llamo la promesa de la esperanza humana, la cual esta fundada
en la estrategia frente a la adversidad, reconociendo el sufrimiento en su
transitar.
Siguiendo con la simbología del
Escudo, por encima de las hojas del
encino y laurel, se observa un LAGO, que simboliza lo IMPOSIBLE, porque cómo
establecer tu “casa” en medio de un lago, como –arquitectónicamente hablando-
hacer posible lo imposible, construir algo sólido en el agua. Pues así,
lo logramos, los aztecas lograron establecerse donde parecía imposible, donde
era complicado hacerlo: en medio del lago. De tal suerte que los mexicanos
tenemos la costumbre de salir adelante ante situaciones en extremo complicadas,
como los sismos de 1985[viii] y
crecer como comunidad.
Es común que las personas generen
pocas alternativas de reacción ante un hecho catastrófico en su vida y que
alguna de ellas sea sin duda claudicar, porque nos parece abrumador o
simplemente imposible. No se trata sólo del hecho en sí mismo, sino del
significado que se le da en el momento en que se presenta[ix] y
por el impacto que se produce en la vida de las personas. La visión de túnel se
hace presente y parece que no logrará salir de ahí, sin embargo, en esto radica
el triunfo de la resiliencia en que todos en cierta ocasión lo logramos,
resistimos y salimos airosos sobre la situación, conseguimos hacer posible lo
imposible. Más aún, salimos con una actitud reconfortable, restaurada y
positiva, que nos permite sentirnos orgullosos.
Retomando el Escudo, tenemos que
al frente de lago, se presenta el glifo
del DOBLE CORAZÓN, o corazón de Copil[x], personaje de la
mitología azteca, que al ser sacrificado su corazón fue lanzado al centro del
lago y de ahí, creció la piedra de origen, el centro del mundo, y finalmente el
nopal donde se posa el águila. Este glifo representa la TRASCENDENCIA, la
capacidad que tenemos de aprender de las adversidades constructivamente, en la
cultura prehispánica, cuando una persona trascendía un acontecimiento de vida
–maduraba-, se decía que lograba su DOBLE CORAZÓN, uno físico fuerte y firme y
otro ESPIRITUAL que lo hacía ÍNTEGRO. Igual hacemos ante las adversidades,
cuando las asimilamos positivamente y la integramos a nuestra función de vida,
trascendemos.
[i]
Vanistendael, S. y Lecomte, J. (2003). La Felicidad es posible.
Despertar en los niños maltratados la confianza en sí mismos: construir la
resiliencia. México: Gedisa
[ii] Henderson, N. y Milstein, M. (2003). Resiliencia en la Escuela. Argentina:
Paidos.
[iii]
Montoya, A. J. (2008). La
Resiliencia en México. Ponencia Magistral. IV Congreso
Resiliencia México 2008. FES Iztacala. UNAM
[iv]
Kotliarenco, M A., Cáceres, I. y Fontecilla, M. (1997). Estado de arte en
resiliencia. Washington. Organización Panamericana de la salud
[v]
Garibay, K. (1987). La Literatura de los
Aztecas. México: Editorial Joaquín Mortiz
[vi] Carrera, M. (1959). Discurso de ingreso
"Significado del escudo nacional". Academia Mexicana de la Historia. México.
Disponible en http://www.acadmexhistoria.org.mx/PDF/ SILLON_18_
CARRERA_STAMPA.pdf. Recuperado el 5 de febrero de 2012.
[vii] Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2012). Ley Sobre El
Escudo, La Bandera Y
El Himno Nacionales. Secretaría General, Secretaría de Servicios
Parlamentarios, Dirección General de Servicios de Documentación, Información y
Análisis. México. Última reforma publicada DOF 17-01-2012
[viii] Carbajal, D y otros. (1988). Testimonio del terremoto
en México. México: Diana.
[ix]
Cyrulnik, B, (2003). El murmullo de los fantasmas. Volver A La Vida Después Del
Trauma. México: Gedisa
[x] Fernández, F. (2006).
Mitos y Leyendas de los Aztecas. México: Editores Mexicanos Unidos.
Este Texto se cita así:
Montoya-Avecías, J. ( 2012). La Resiliencia en México. México: Autor. Disponible en http://comunidadenresiliencia.blogspot.mx/2012/04/conferencia-en-la-universidad.html